Publicado el 10/10/2025 en Latinoamérica
La líder opositora venezolana María Corina Machado fue galardonada este viernes con el Premio Nobel de la Paz 2025, en reconocimiento a su firme y pacífica resistencia frente al autoritarismo del régimen venezolano. La noticia, anunciada desde Oslo, marca un hecho histórico: es la primera vez que una figura política venezolana recibe el máximo reconocimiento mundial a la defensa de los derechos humanos y la democracia.
El Comité Noruego del Nobel destacó que Machado ha encarnado “una lucha cívica inquebrantable en favor de la libertad política y la dignidad humana en un contexto de represión sostenida”. Su reconocimiento, añadió el jurado, busca enviar un mensaje de respaldo a todos los pueblos que enfrentan dictaduras mediante la vía pacífica.
Ingeniera industrial de formación y fundadora del movimiento Vente Venezuela, Machado ha sido uno de los rostros más visibles de la oposición en los últimos años. Pese a haber sido inhabilitada políticamente, perseguida judicialmente y sometida a constantes amenazas, se mantuvo dentro del país liderando la resistencia civil y promoviendo elecciones libres.
Su liderazgo se fortaleció tras las elecciones de 2024, cuando fue impedida de postularse pese a haber ganado las primarias opositoras. En lugar de abandonar la lucha, impulsó una estrategia de unidad que logró mantener viva la esperanza de cambio en amplios sectores del país. Ese esfuerzo, basado en la no violencia, fue considerado por el comité como un ejemplo de determinación ética frente a la adversidad.
En su mensaje grabado tras conocer el fallo, Machado expresó que el premio “no me pertenece a mí, sino a cada venezolano que no ha dejado de creer en la libertad”. Añadió que espera que este reconocimiento internacional sirva para “reavivar la solidaridad global con el pueblo venezolano y abrir un nuevo capítulo de esperanza”.
La noticia provocó celebraciones espontáneas en distintas ciudades del país. En Caracas, ciudadanos ondearon banderas y corearon su nombre, mientras líderes opositores calificaron el premio como “una victoria moral para toda Venezuela”. En el exilio, dirigentes políticos y activistas lo interpretaron como un gesto de justicia hacia años de sacrificio.
El gobierno de Nicolás Maduro, por su parte, reaccionó con frialdad. En un breve comunicado, calificó la decisión del comité como “un acto político disfrazado de reconocimiento humanitario”, sin mencionar directamente a la galardonada.
A nivel internacional, el galardón fue aplaudido por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y varios gobiernos latinoamericanos, que coincidieron en describir a Machado como un símbolo de coraje cívico y ejemplo de liderazgo democrático en el hemisferio.
Analistas consideran que el Nobel refuerza el aislamiento político del régimen de Maduro y podría incrementar la presión diplomática para abrir negociaciones más amplias sobre elecciones libres y garantías institucionales. También se prevé que el premio renueve el debate interno sobre el papel de la oposición y la necesidad de una ruta de transición ordenada.
La ceremonia de entrega del Nobel se realizará en Oslo el próximo 10 de diciembre, donde María Corina Machado será acompañada por familiares y representantes de la sociedad civil venezolana. Su discurso, según adelantó su equipo, estará centrado en el poder transformador de la libertad y la responsabilidad de las democracias del mundo ante los pueblos oprimidos.